
En el mundo digital de hoy, el abuso sexual basado en imágenes (“abuso digital” de manera cortante) es un problema creciente que afecta a personas, familias y comunidades de todo el mundo. El abuso digital puede adoptar muchas formas, como alguien que comparte imágenes o videos íntimos sin consentimiento, un agresor en línea que obliga a menores a producir contenido explícito, o personas que utilizan la tecnología avanzada para crear imágenes ultrafalsas (conocidas como “deepfakes” en inglés) sexualizadas de personas sin su conocimiento. Facilitado por el rápido avance de la tecnología, el abuso digital prospera en plataformas digitales. A medida que estas plataformas crecen, también engrandece el alcance de este abuso dañino, afectando desproporcionadamente a niños, mujeres y personas marginadas.
En diciembre de 2024, la Administración para Niños y Familias (ACF), junto con colegas del Departamento de Salud y Servicios Humanos y socios del Departamento de Justicia, organizaron un foro de dos días para comprender mejor el impacto del abuso digital en la salud y el bienestar, y ayudar a informar pólizas, programas y prácticas futuras. Este foro, que incluyó a más de 75 sobrevivientes, profesionales aliados y defensores, cedió perspectivas importantes sobre los impactos de largo alcance del abuso digital en la salud y el bienestar.
El Alcance del Problema: Un Desafío Global
El foro se llevó acabo después de la participación de ACF en la Primera Conferencia Ministerial Mundial para poner fin a la Violencia contra los Niños, donde el compromiso (PDF) de la delegación de los Estados Unidos incluyó enfrentar los daños de la violencia digital por medio de la prevención, brindar apoyo a los sobrevivientes, y llevar a cabo investigaciones académicas. El foro destacó el aumento global del abuso digital, impulsado por plataformas digitales que brindan a los abusadores herramientas para distribuir contenido explícito. Las redes sociales, las aplicaciones de mensaje y las plataformas de juegos digitales son utilizadas con frecuencia por los abusadores para atacar a personas, en particular niños, y obligarlos a compartir imágenes explícitas. Adicionalmente, el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial (IA) para crear imágenes ultrafalsas ha intensificado el problema, haciéndolo aún más difícil para que las personas tengan control sobre sus identidades digitales.
Informes del Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados (National Center for Missing and Exploited Children en inglés) muestran la creciente prevalencia del abuso facilitado por la tecnología. Solo en 2020, CyberTipline vio un asombroso aumento del 97.5% en los informes de incitación en línea, con explotadores que se dirigen a los niños a través de plataformas en línea como redes sociales, aplicaciones de juegos digitales y servicios de mensaje. Los adultos tampoco son inmunes: una encuesta de 2022 realizada por la Línea Nacional de Atención sobre Violencia Doméstica (National Domestic Violence Hotline en inglés) muestra que 27% de los encuestados respondieron haber sido amenazado con compartir imágenes íntimas no consentidas, y 17% lo había experimentado.
A medida que estas cifras continúan aumentando, enfrentar el abuso digital exige una acción urgente e integral.
El Impacto de Largo Alcance en la Salud y el Bienestar
El costo mental y psicológico del abuso digital puede ser terrible. Las personas que a menudo son abusadas digitalmente enfrentan angustia emocional grave, que incluye depresión, ansiedad y trastorno de estrés postraumático. La naturaleza pública de muchos de estos abusos solo exacerba estas contiendas. Los sobrevivientes a menudo experimentan aislamiento social, humillación y, en algunos casos, autolesión o ideación suicida.
El impacto del abuso digital se extiende a las familias y comunidades, donde los sobrevivientes pueden enfrentar estigmatización y rechazo. Esto puede crear un ciclo de trauma que es difícil de romper sin sistemas de apoyo y atención adecuados.
En el foro, personas con experiencia vivida y profesionales aliados por igual enfatizaron ante ACF la necesidad de un enfoque integral y centrado en la persona cuando se habla de sanar y superar. Las personas abusadas digitalmente necesitan seguridad física y digital inmediata y apoyo de salud mental a largo plazo que reconocen la naturaleza única y compleja de la explotación digital.
Un Enfoque de Salud Pública para la Prevención y la Educación
Para enfrentar de manera comprensiva el abuso digital, es necesario tener un enfoque de salud pública. Este enfoque amplía que deben ser parte de la respuesta al abuso digital, más allá del sistema de justicia penal tradicional, expandiendo y diversificando a las personas y organizaciones involucradas. El enfoque de salud pública debe incluir generar conciencia, promover la alfabetización digital y brindar educación sobre relaciones saludables. Durante el foro, los participantes destacaron la importancia de la participación comunitaria y el papel de los programas educativos para educar a las personas, en particular a los niños y los adultos jóvenes, de los conocimientos y las habilidades necesarias para reconocer y protegerse de las amenazas digitales.
ACF ya está dando pasos importantes en esta dirección. A través de programas que se centran en la trata de personas y el abuso facilitado por la tecnología, ACF está ayudando a las escuelas y a las agencias locales a desarrollar la capacidad para prevenir y responder a estos problemas. Por ejemplo, la Oficina de Trata de Personas de ACF otorgó recientemente 1.9 millones de dólares para ampliar los programas de prevención en los sistemas escolares.
Las asociaciones con organizaciones como la Línea Nacional de Atención sobre Violencia Doméstica también están reforzando el apoyo a las víctimas de abuso facilitado por la tecnología. Estas colaboraciones están mejorando la capacidad de los defensores de las víctimas para ayudar a los sobrevivientes, ofreciendo recursos fundamentales para la planificación de la seguridad, consejería terapéutica y la recuperación.
ACF también estableció un Director de IA y un grupo enfocado en IA, comprometido a apoyar a los administradores de servicios humanos y a las organizaciones comunitarias en el uso seguro y responsable de la IA. ACF participa en colaboraciones interinstitucionales para monitorear el uso y el mal uso de la IA y las conversaciones sobre prácticas de seguridad.
Avanzando: Fortaleciendo los Esfuerzos de Colaboración
El foro reafirmó la necesidad de una respuesta unificada al abuso digital, que incluya a las agencias federales, las comunidades locales, los proveedores de atención médica y de salud mental, la policía y, fundamentalmente, las personas con experiencia vivida. Esto fue particularmente evidente cuando los participantes internacionales, incluido personas del Reino Unido, Irlanda, Australia, Ecuador y Corea del Sur, compartieron ideas sobre la naturaleza global del problema, destacando los desafíos comunes y la necesidad de colaboración transfronteriza.
El foro se realizó en un momento importante de la acción global, apenas un par de semanas antes de que la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptara la Convención contra el Ciberdelito , un tratado global histórico destinado a fortalecer la cooperación internacional para combatir el ciberdelito y proteger a las sociedades de las amenazas digitales. En diciembre, el HHS también publicó su Estrategia Global (PDF), que incluye esfuerzos para coordinar con socios internacionales para abordar la violencia de género y los daños y abusos en línea.
En los próximos días, ACF publicará un informe completo basado en el foro, utilizando los comentarios para refinar los esfuerzos para enfrentar el abuso digital. Esto incluirá la alineación de las estrategias nacionales sobre la trata de personas, la violencia de género y el acoso en línea. Los comentarios de los participantes seguirán dando forma a las políticas y los programas destinados a prevenir y responder a la explotación digital.
Un Compromiso a la acción
A medida que avanzamos, ACF sigue comprometido con enfrentar las complejidades del abuso digital y su impacto de largo alcance. Seguiremos colaborando con agencias federales, comunidades locales, proveedores de salud y salud mental, la policía y socios internacionales para fortalecer nuestra respuesta.
Extendemos nuestro sincero agradecimiento a todos los que participaron en el foro, en particular a los sobrevivientes que compartieron sus historias y perspectivas. Sus voces son invaluables a medida que trabajamos hacia un sistema más compasivo y eficaz para enfrentar el abuso digital. Al continuar generando conciencia, mejorando los esfuerzos de prevención y brindando apoyo, podemos crear espacios digitales más seguros y apoyar a los afectados.
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